Los padres de Tasuke están siempre viajando por el mundo, así que básicamente vive solo. Su vida parece muy aburrida y descuidada hasta que un artefacto desde China enviado por su padre hace aparecer a una diosa. Shaolin Shugogetten está dedicada a proteger a su maestro invocando pequeños espíritus que tienen cada uno poderes únicos. Por si fuera poco, aparece una segunda diosa: Ruaan Keikounitten, que puede dar vida a los objetos. Su objetivo es hacer feliz a Tasuke. Pero las diosas no son muy listas y causan muchos daños en vez de ayudar...