A finales del siglo XX, una nueva Revolución Industrial trajo consigo una serie de avances sin precedentes en la robótica. La invención de los Labor (de tipo humanoide), unas máquinas con el propósito único de trabajar, emergieron como una oleada. Convirtiendo en obsoleto toda la maquinaria industrial existente, los Labor, desgraciadamente, también se convirtieron en una excelente arma terrorista.
Para combatir los crímenes de los Labor en aumento, el Departamento de Policía Metropolitana de Tokyo estableció la división "Vehículos Especiales, Sección 2", compuesta por especialmente dispuestas Patrullas Labor (PATLABOR).