Kazuya ya no está entre nosotros, pero su deseo se mantiene en los corazones de Minami y sus amigos. Tatsuya tiene muy claro que en él pervive la voluntad y el talento de su hermano gemelo. Entrenándose día y noche para llegar al Koshien, nuestro protagonista no se percata de que Minami cada vez es más madura y de que un nuevo rival en el juego y en el amor ha hecho acto de presencia: el extraordinario bateador Nitta Akio.