Kotaro retoma su vida como un chico normal viviendo sólo con su padre, a causa de la muerte de su madre en accidente de tráfico, por lo que se ha visto forzado a asumir algunas de las tareas que solía hacer ella, como cocinar y limpiar.
Pero lo que comienza como una mañana normal da un dramático giro en cuanto abre la puerta de la calle y se encuentra con Misha, enfundada en un voluminoso vestido y con la fea costumbre de gritar en vez de hablar. Kotaro intenta escapar, pero su nueva vecina es bastante persistente... esto es el comienzo del acoso de Misha a Kotaro. Y aunque ella es una estudiante de Escuela Secundaria Inferior, ha escogido a Kotaro como su víctima y lo persigue durante todo el día.