Hace mucho, mucho tiempo, Cenicienta dejó sus bragas en el casillero de un hombre... No, esperen... ¡¿Qué?!
Kiryuu Keiki recibe una misteriosa carta de amor sin remitente, pero incluye un par de bragas blancas. Curioso, decide encontrar a esa Cenicienta, lo que lo lleva a descubrir que cada una de las sospechosas son... ¡unas completas pervertidas! Rodeado de perversión, tiene una importante pregunta que responder: ¿a quién le quedan esas bragas?