Un hombre, conocido por su avaricia, se come unas cuantas semillas de cereza, un hecho que en un principio puede parecer totalmente inofensivo, el inconveniente surge cuando contempla asombrado como crece un cerezo en su propia cabeza. A partir de entonces su vida empieza a complicarse con una serie de problemas en los que se ve envuelto. Esta película es una interpretación moderna de la leyenda conocida por el mismo nombre que hallamos en la historia tradicional japonesa, aunque ambientada en el Tokyo contemporáneo.