Cuando D'Artagnan fue a Tokio para un poco de diversión, vio una vista inolvidable: Lucifer cantando mientras se toma el sol a la luz de la luna en un parque. A partir de ese momento, sin importar si estaba dormida o despierta, el corazón de D'Artagnan no paraba de latir por alguna razón.
Un día, D'Artagnan ve un concierto de la Idol popular Angely Diva a invitación de su amiga Izumo. Allí, ella resolvió seguir sus sueños de Idol, y la historia de canto y milagros comienza.