Melos vive con su hermana en una pequeña aldea. Su hermana está a punto de casarse y Melos tiene que buscar algunos objetos ceremoniales para la boda, entre ellos una espada. Melos se dirige a la capital para comprar dichos artículos, y allí conoce al escultor real del palacio.
Pero entonces Melos es acusado de querer atentar contra la vida del emperador, pues es visto en un lugar prohibido cargando una espada. Así, Melos es sentenciado a muerte.
Desesperado, pide a los demás presos que alguno tome su lugar para poder ir a la boda de su hermana y regresar para cumplir su sentencia pasados 3 días. Uno de ellos accede a reemplazar a Melos, que deberá apresurarse para llegar a la boda. Si embargo, todos creen que Melos nunca regresará.